Antigua Hacienda de Salgado
Guanajuato. – En la ex hacienda de beneficio de Salgado, fueron procesadas miles de toneladas de mineral a fin de obtener metales preciosos, este lugar es uno de los pocos que se encuentran aún de pie que datan del siglo XVII.
Dentro de esta edificación se beneficiaba beneficiaba al mineral extraído de las vetas para obtener principalmente plata, teniendo su mayor auge hacia la década de los 70 del siglo XVIII cuando fue una de las haciendas de beneficio que produjo mayores cantidad de plata y actualmente permanece como un valioso legado del pasado histórico de la cuidad de Guanajuato.
Lo anterior obedeció a que en ese entonces la mayoría del mineral procesado en ella procedía de la mina de Valenciana sitio del que se extraían enormes cantidades de minerales con elevadas leyes de plata.
Los orígenes se remontan a la disposición que la Justicia Mayor o Autoridades del Real de Minas de Santa Fé de Guanajuato hizo a favor del capitán Nicolás de Busto y Jeréz en 1672, quien se estableció en la localidad y había denunciado como propio el terreno donde más tarde construiría una hacienda de beneficio.
Todo ello luego de que el clero católico cediera parte de esas tierras al aludido personaje, ya que dentro de ellas existía una capilla la cual funcionaba como una iglesia pública dedicada a una imagen del Señor Crucificado.
De esta manera Nicolás de Busto y Jeréz se convirtió en el único propietario del mencionado lugar, estaba casado con Catalina de Moya y Monroy y estuvo trabajando dicha hacienda hasta su muerte.
Al fallecer, esta propiedad quedó en manos de su hija Juana de Busto y Moya que la administró de acuerdo a sus intereses hasta que contrajo matrimonio con el Capitán Antonio Sánchez de Salgado Alcalde Mayor de la Villa de León, quien se interesó grandemente por el negocio del beneficio de los minerales extraídos de las vetas de Guanajuato, de ahí el nombre de Hacienda de Beneficio de Salgado con el cual se le ha conocido desde el siglo XVIII.
Sánchez de Salgado instaló una fundición en la cuadrilla de la hacienda con todos los implementos necesarios para laborar y al morir Sánchez de Salgado en 1710 sus bienes pasaron a manos de sus hijos, quedando su viuda como albacea o custodia de las propiedades del finado.
A causa de su extensión territorial y de su magnífica ubicación geográfica la mencionada hacienda durante el silgo XVIII fue una de las más favorecidas por las solicitudes de arrendamiento de los beneficiadores de minerales, puesto que en el interior contaba con todos los elementos indispensables para el óptimo funcionamiento de cualquier unidad industrial dedicada al beneficio de los minerales, a lo cual contribuían la habilidad de Juana de Busto y Moya para realizar los contratos respectivos.
Esta situación ocasionó que a lo largo de los siglos XVII y XVIII la gran extensión que tenía la hacienda de Salgado estuviera reduciéndose debido al arrendamiento y a la venta de solares que posteriormente se volverían casas habitación y pequeñas unidades de producción dedicadas al beneficio de los minerales llamadas Zangarros.
Hacia 1775 se verificó un cambio significativo en la vida de la hacienda de Salgado debido a la venta de dicho inmueble que a partir de ese entonces pasaría a ser propiedad de Antonio Obregón y Alcocer, el primer Conde de la Valenciana, reportándose los siguientes bienes 2 patios para colocar el mineral, un aljibe, 9 trojes, una bodega para el azogue, 2 oficinas para el administrador, una capilla, un pajar, caballerizas, una galera con 26 molinos de arrastres, una galera con otros 3 molinos, una pila para almacenar agua, una noria, un lavadero con 4 tinas, un horno y una carpintería.
El esplendor de la hacienda de Salgado prosiguió hasta principios del siglo XIX interrumpiéndose bruscamente debido al estallido de la guerra de independencia, en esa época su extensión abarcaba desde donde se encuentra la Escuela Primaria Carlos Montes de Oca hasta más allá de la Inspección de la Policía Preventiva, incluyendo los condominios, la tienda y el Centro Deportivo y Cultural del ISSSTE y las instalaciones de la Procuraduría Estatal de Justicia, además se expandía hacia la otra acera de la calle Alhóndiga donde ocupaba el terreno que sería destinado a construcción de la tienda Coppel donde estaba presente una arquería del siglo XVIII.
Una vez concluida la lucha armada mediante la cual México obtuvo su independencia las haciendas de beneficio de Guanajuato Capital volvieron a entrar en actividad, entre ellas la de Salgado donde se procesaba mineral traído de la mina de Valenciana y posteriormente en 1838 también mineral procedente de las minas de Cata y de Mellado.
Igualmente la hacienda de Salgado, durante 1871 fue una de las primeras en disponer de maquinaria movida por vapor la cual fue utilizada para mover 20 molinos de arrastre.
Hacia 1886 el dueño era Eusebio González pero al fallecer en 1895 este gran inmueble se encontraba hipotecado a favor del Fondo de Instrucción Pública y a partir de aquí en adelante comenzaría su decadencia.
De esta forma fue decayendo a la par que la producción minera y la muestra de ello estriba en que para 1913 era conocida como la antigua Hacienda de Salgado, cuyas instalaciones tuvieron otros usos como entre los cuales figuraron el establecimiento de un salón de conferencias para obreros y una escuela primaria.
En los años siguientes, gran parte de sus estructuras estuvieron abandonadas siendo destruidas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, mientras que otras secciones fueron destinadas efímeramente para múltiples y diferentes usos.
Durante el siglo XX en la década de los 50 se estableció en este sitio la penitenciaría del Estado popularmente conocida como el penal de Salgado, que funcionó hasta 1990 fecha en la cual fue cambiada a la zona de Puentecillas donde adquirió el nombre de Cereso.
También estuvo ahí el Archivo General del estado de Guanajuato hasta 1989 cuando se trasladó a su actual sede frente a la Alhóndiga de Granaditas.
En el transcurso de la década de los 50 se estableció la escuela Primaria Carlos Montes de Oca y en los años 60 estuvo operando una oficina del ramo de aguas que después cambiaría a su ubicación actual en la Avenida Juárez.
Igualmente, en esa década de los 60 fueron construidos una serie de condominios, una tienda de autoservicio y el centro cultural y deportivo del ISSSTE donde aún subsisten restos de la ex Hacienda de Beneficio de Salgado.
En ese lugar se encuentra también una guardería infantil, eventualmente tenían verificativo algunos eventos culturales y diversas personas acudían a practicar deporte sobre todo frontón, basquet, natación y volley ball, situación que perduró hasta años recientes cuando las autoridades del ISSSTE decidieron remodelar sus instalaciones a fin de darle un nuevo aspecto y ponerlas al servicio de la ciudadanía guanajuatense,.
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