Agoniza la Presa de la Olla por acumulación de basura
A lo largo de su historia, Guanajuato ha sufrido terribles inundaciones que destruyeron casi toda la ciudad, pero, también ha padecido escasez y sequía, es por ello que se han construido diversas presas a lo largo y ancho de la Capital del Estado.
Una de ellas fue la Presa de la Olla, la principal fuente de abastecimiento de agua allá casi a finales del siglo XVIII.
Allá por el año de 1700, la ciudad padecía una terrible escasez de agua, pues las lluvias no llegaban como era esperado y la población estaba desesperada ante la falta del vital líquido.
En el año de 1741, gracias al apoyo del virrey y la contribución del señor Vicente Manuel de Sardaneta y Legaspi, primer marqués de Rayas, se comenzó a construir una presa en las orillas de la ciudad, precisamente en el rancho llamado La Hoya Grande, fue hasta 1749 que concluyó esta manga obra en la ciudad.
Con la llegada de las lluvias, la presa comenzó a llenarse y fue así que la ciudadanía empezó a a abastecerse del vital líquido durante todo el siglo XIX, hasta que fue insuficiente y construyeron la Presa de la Esperanza para que el agua llegara a toda la comunidad santafesina.
A partir de 1795 se construyó un camino para que fuera más fácil el tránsito de personas, fue así que, con el paso de tiempo se convirtió en el actual Paseo de la Presa.
En 1832 se llevó a cabo el entubamiento de las aguas de la presa y el levantamiento del bordo. Por otro lado, en 1849 se aumentó la cortina.
La atalaya se construyó en 1845 que, durante mucho tiempo sirvió para que los nadadores más experimentados se tiraran desde lo más alto en las festividades.
Siendo la Presa de la Olla un importante centro turístico y recreativo, ante la falta de interés por parte de las autoridades municipales, la cortina luce sucia y descuidada, en casi cualquier parte de la presa hay filtraciones que debilitan la barda perimetral, literalmente los patos que ahí habitan, nadan entre basura y aguas negras, pues la gente que acude a este lugar deja basura tirada dentro y fuera de este vaso de captación.
Aunque es un ícono de la ciudad y cada año se celebra al santo patrono de la ciudad, además cada primer lunes de julio se realiza la tradicional apertura de las compuertas, las autoridades locales no han hecho nada para resolver este problema que cada día deteriora más y más este hermoso lugar.
Comerciantes y vecinos del lugar han recomendado a los visitantes que depositen la basura en su lugar, o que se la lleven a otro lado, porque dicen, llegan los turistas y dejan sus latas de cerveza, sus bolsas de papitas y cuando les dan de comer a los patos avientan las bolsas a la presa cuando andan paseándose en las lanchas.
Comentan también con la llegada de los famosos foodtruck que permitió el alcalde Alejandro Navarro, la basura y contaminación dentro de la presa se ha incrementado, pues comentan que muchos de estos carritos de comida rápida que se instalan los sábados, meten sus cubetas con grasa a la presa para extraer agua y lavar sus unidades, cosa que está prohibido hacer.
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