Este día se ponen ofrendas y altares a los angelitos que han dejado el mundo de los vivos

Cada 1 de noviembre, se celebra a los angelitos que dejaron este mundo siendo apenas unos niños. Es por eso que este día se les dedica completamente a ellos, para después llegar a los fieles difuntos.

Antiguamente se creía que los muertos necesitaban comida para llegar a su destino final, por lo que al morir se dejaba junto a ellos alimentos, agua, ofrendas y diversos objetos. Esta tradición se mezcló y adaptó al calendario cristiano en los días 1 y 2 de noviembre.

El 1 de noviembre es de Todos los Santos, dedicado a los niños difuntos y el día 2, a los difuntos mayores;  se cree que en estos días los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos.

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