La fuente de la Libertad

A lo largo de la ciudad de Guanajuato, principalmente en las plazas, podemos apreciar monumentos históricos, ya sean estatuas erigidas en honor a los héroes de la Independencia, y hasta fuentes hechas con cantera sacada de los cerros y montañas de las orillas de la ciudad, y son un atractivo muy interesante, tanto para los turistas como para los oriundos de esta urbe colonial.

La fuente de la Libertad o de Embajadoras como muchos la conocen, tiene una historia muy interesante, ya que en el año de 1895 fue erigida frente al parque Florencio Antillón, tiempo después la retiraron de este lugar, para dar espacio al monumento del general Sóstenes Rocha, el cual fue esculpido por Juan Leonardo Cordero, y esta misma estatua ecuestre la colocaron, el 11 de julio de 1955.

En el año de 1854, el señor Marcelino Rocha construyó e instalo la primera fuente en la historia del Paseo de la Presa, localizada en la plaza del Puente de San Juan. Un lugar muy cerca donde ahora se encuentra el monumento al general Sóstenes Rocha.

Antes de la construcción de esta fuente, el señor Marcelino le explicó a la población el uso de este pequeño manantial: “la que a la vez sirva de orna se destinará al uso de sus aguas para el regadío de la arboleda del mismo Paseo”.

Muy poco se sabe sobre la historia y el paradero de esta primera fuente, pero en el mismo sitio, quizá unos metros más retirado del lugar, se colocó en el año de 1895 la fuente de la Libertad.

Patricia Pérez Walters ha publicado las más exhaustivas investigaciones biográficas sobre Jesús F. Contreras; quien es el escultor que se encargó de construir e idear el diseño de la fuente de la Libertad. En uno de sus trabajos menciona entre las obras de paradero desconocido a La Libertad, ca. 1895. Estatua en bronce dorado, registrada en Guanajuato por el diario El Mundo del 23 de junio de 1895.

La obra está registrada en la Fundición Artística Mexicana y fue hecha en el periodo de mayor actividad del taller.

Se trata de una estatua que muestra a la Libertad que se encuentra sobre un pedestal rodeado por el vaso de una fuente cuyo pretil es de cantera, y presenta una planta de forma mixtilínea neobarroca.

Originalmente esta obra estuvo ubicada frente a la entrada principal del parque Florencio Antillón, donde ahora se encuentra el monumento al general Sóstenes Rocha.

La estatua representa a una mujer que posiblemente fue copiada de una modelo al natural, y se encuentra vestida con una túnica alusiva a las matronas romanas, portando una capa levantada por el viento.

En el brazo izquierdo, sostiene una tablilla que tiene una leyenda alusiva a la Constitución y a la Reforma y en el brazo derecho porta en lo alto una antorcha encendida con el fuego libertador.

Aunque no está coronada, se sostiene de pie sobre una media esfera, donde se nota un defecto estético; la sandalia se deforma en la planta, siguiendo la superficie curva de la esfera.

El diseño del pedestal, construido con cantera guanajuatense, tiene algunas cualidades, y cuenta con una ornamentación que combina molduras neoclásicas simplificadas con motivos de tendencia nacionalista de origen prehispánico.

En cada uno de los lados del basamento se colocaron unas cabezas de coyotes hechas de bronce, mismas que funcionan como surtidoras de agua, éstos se complementaron con cuatro cisnes que también arrojaban chorros de agua.

El despojo de este importante conjunto se inició cuando los cisnes fueron cambiados al jardín que está frente a la cortina de la presa de San Renovato.

Algún tiempo después repentinamente desaparecieron, se rumoró por mucho tiempo, que en ese entonces, el presidente municipal, miembro de una vieja familia y originario de la ciudad, pero que era residente en el estado de Querétaro, los instaló en su jardín particular.
Tiempo después, el pedestal con la estatua y la fuente  -ya sin los cisnes- fueron trasladados e instalados entre

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