La niña de las estrellas


Nuevamente con ustedes, lectores con mente expandida, para compartirles, antes de los temas que anunciamos en nuestra anterior participación. Este tema que llegó y se instaló en la mira de mi celular. Perdón, no lo pude evitar, como tampoco lo puede evitar la candidata de la corrupción, al decir entre otras linduras “nave de ovnis”… Sería buen tema recopilar todas las derrapadas que da este manipulado y vapuleado personaje. ¿¡Se imaginan una presidenta así!? Bueno cada quien apoya a quien representa su calidad moral y su forma de ser y pensar.
Idioma desconocido
Llegó como si naciera en un mundo extraño. Su inocencia como única vestimenta, representaba la pureza más prístina y sus ojos delatores hablaban a gritos de su origen extraterrenal. No la supieron entender ni investigar nada sobre su vida, pues no articulaba palabra alguna, más que balbuceos extraños como idioma de otros mundos. Aún así se compadecieron de ella y le dieron abrigo e invitaron a vivir con ellos y a enseñarle el limitado idioma de los humanos.
No comía y apenas dormía
Ellos, un par de gente mayor que estarían recibiendo la ayuda, no de 40 y 20 como dice Chepe Chepe, sino en la edad de la que AMLO instituyó para que los mexicanos recibieran el fruto de sus años de trabajo, y no fue Fox que ahora despotrica contra esta ayuda social, fue una disposición y apoyo universal que el gobierno actual incrementó e instituyó a nivel constitucional teniendo en contra todos los votos del PAN. Ahora regresamos con los ancianitos. Siempre solos y sin los hijos que el destino les había negado, se dedicaban a labores del campo como su único sustento. Su mortificación era constante, pues la niña no probaba bocado y rehuía de la comida que ellos con naturalidad consumían. Ella sentía lástima hasta del maíz y plantas que los humanos consumían.
Su alimento, las estrellas
Su reloj biológico no era natural. En lugar de dormir salía a ver el cielo estrellado, no conocía las constelaciones a la manera como la imaginación de los griegos lo dejaron instituido. Casiopea, Cisne, Lira, Sagitario, Tres Reyes magos, Osa mayor… No. Simplemente las observaba limentándose de su luz y de las emanaciones de la naturaleza, ella esperaba que alguien pareciera y le indicara el camino de regreso a casa.
Sanación de un ciervo herido
Los vecinos la veían como verían a un animal extraño, con su propia forma de vida y sus costumbres muy suyas. Salían en ocasiones, en grupo, a cazar su alimento para la temporada. En una ocasión ella se fue con ellos. Encontraron una manada de ciervos y acorralaron la manada ayudados por los perros cazadores. Ahí iba a empezar el exterminio. Dispararon al animal más cercano, hiriéndolo de muerte. La niña gritó asustada haciendo huir al resto de los ciervos. Ella no hizo caso de regaños se fue llorando hacia el animal caído. Y como si supiera qué hacer en esos casos, empezó a emitir sonidos guturales con el único fin de que sus vibraciones ayudaran al ciervo herido desfallecido.
Manos sanadoras
Para sorpresa de todos de las manos de la niña brotaba luz y al posarlas sobre el impacto de bala vieron cómo poco a poco el animal se recuperaba y erguía en su imponente realeza y la bala brotó hacia las manos de la niña cerrándose de inmediato del animal la herida. La cornamenta del ciervo se movió agradecida haciendo reverencia por el favor recibido y se perdió entre los árboles del   bosque.
Una esfera se la llevó
Así desapareció la niña de las estrellas según lo relata un protagonista de este caso en la Polonia de 1885. Cuenta que una noche, su casa se iluminó como si fuera de día y ella se fue caminando exactamente al lugar donde había aparecido tiempo atrás. Llegó una nave en forma de esfera y con ellos partió la protagonista de nuestra historia. Dejando tras de si la luminosidad de sus ojos de oro. La Niña de las Estrellas

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