Se cumplen 18 años del trágico accidente en Guanajuato Capital

Impresionante escena de dolor, aflicción y muerte se vivieron durante un sangriento accidente acontecido el miércoles 10 de agosto del 2005 en la bajada de Pozuelos a la altura de Noria Alta, el cual arrojó un saldo de nueve personas muertas y dieciséis lesionadas, algunas de gravedad, quienes fueron internadas en distintas clínicas de Guanajuato y León.

Lo anterior fue provocado por una pipa que iba circulando a toda velocidad sobre la bajada de Pozuelos, impactándose primero contra un Tsuru, luego derribó una barda de contención para finalmente estrellarse contra un camión urbano que iba circulando por la parte de abajo. Al momento del accidente, el camión transportaba 39 pasajeros.

Según las investigaciones realizadas, este trágico accidente ocurrió a las 12 del día, cuando el chofer de la pipa, Rodrigo Rodríguez Barrón, perdió el control de la pesada unidad, chocando contra un auto particular, luego la enorme pipa derribó la barda de piedra para caer poco más de 10 metros e impactarse contra el camión urbano que iba con dirección a la central de autobuses.

Este terrible accidente ocurrió luego que el conductor de la pipa hiciera una entrega de agua, para posteriormente salir del túnel Ángeles para posteriormente bajar por la Casa Mata y fue ahí cuando perdió el control de la pesada unidad.

Las personas lesionadas fueron internadas en las clínicas del IMSS, ISSSTE y el Hospital General de Guanajuato, algunos fueron llevados a la Clínica Médica Campestre, Hospital Aranda de la Parra en León y la Clínica Génova de Irapuato.

Al lugar de los hechos llegaron en minutos cuerpos de bomberos, ambulancias de la Cruz Roja, IMSS SUEG, ISSSTE, así como varios elementos de la policía municipal, Semefo, Ministerio Público, tránsito municipal, fuerzas de seguridad pública del Estado, las autoridades en turno el alcalde Arnulfo Vázquez Nieto, el director de tránsito del Estado, Pablo González Olachea, el secretario estatal de seguridad pública, Luis Gerardo Rodríguez Orozco y varios concesionarios del servicio público de transporte urbano.

La pipa quedó con las llantas hacia arriba y la cabina completamente destrozada luego de impactarse y desbaratar completamente el lado izquierdo del urbano, matando casi al instante a 8 pasajeros; el chofer de la pipa fue encontrado sin vida bajo las llantas del camión.

En su momento se indagaron las posibles causas del accidente, una de ellas fue que la pipa tuvo una falla mecánica que ocasionó que se descompusieran los frenos, otra causa fue que el conductor iba manejando bajo el influjo de algún tipo de droga, lo que provocó que no tuviera sus sentidos en alerta, ya que entre los restos de la cabina encontraron algún tipo de yerba parecida a la mariguana, suficiente para elaborar hasta 5 cigarrillos, también al realizarle la autopsia de ley se le encontraron residuos de este componente.

Hasta la fecha este ha sido el accidente más sonado y grave que se tiene registrado en toda la historia de Guanajuato.

Los fallecidos en este fatal accidente fueron Carolina Stowell de 70 años originaria de Columbus, Ohio. Sandra Covarrubias Arroyo de 22 años de Guanajuato Capital, Lauro de Jesús Jiménez, Nayeli de Jesús Jiménez de 13 años, Elizabeth Lezama de 31 años, los tres de la Ciudad de México, Rodrigo Rodríguez Barrón de 27 años, chofer de la pipa, originario de la comunidad Los Rodríguez, Patricia Arredondo Muñoz de 24 años de Guanajuato Capital, Antonia de Jesús Ibarra Hernández de 20 años y Susana Sánchez  Hernández de 29 años ambas originarias de Romita.

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