Triboulet fue un bufón en la corte de Luis XII, rey de Francia desde 1498 hasta 1515. Se hizo famoso por darle una palmada en el trasero al rey, lo que enfureció al monarca, quien amenazó con ejecutarlo. Después de calmarse, el rey decidió perdonarle la vida si presentaba una disculpa aún más insultante.

Triboulet respondió: “Lo siento mucho, Majestad, ¡no la reconocí! ¡Lo confundí con la reina!”. Aunque ingeniosa, la respuesta rompió la prohibición de burlarse de la reina, y el rey decidió proceder con la ejecución, permitiendo que Triboulet eligiera cómo morir. Con su vida en peligro, Triboulet respondió: “Buen padre, por amor a San Nitouche y San Pansard, patronos de la locura, elijo morir de viejo”.

El rey no pudo más que reír y anuló la ejecución, decidiendo en su lugar desterrar a Triboulet.