Por David Romero

Este lugar fue fundado por grupos aztecas, el cual llevaba el nombre de Zula, que quiere decir “lugar de codornices”.

En el año de 1380, los purépechas lo conquistaron bajo el mando de Tariácuri, a quien se le conoce como el héroe que fundó el reino de Michoacán, la llamó Aramutaro Tzicuirin que significa “lugar de cuevas pequeñas”.

En 1530, un grupo de españoles al mando de Nuño de Guzmán, llegaron a conquistar este lugar, aunque no es del todo oficial; el 13 de noviembre de 1685 se le conoce al lugar como San Sebastían Aramutarillo, el cual conservó hasta el 25 de noviembre de 1692 en que se le empezó a llamar La piedad, por la imagen venerada en su templo.

Para 1739 una de las peores inundaciones de la historia ocurrió, pues el río Lerma se desbordó, cubriendo con sus aguas el barrio de Potrerillos.

En 1760 pasó a formar parte de la Alcaldía Mayor de Tlazazalca y eclesiásticamente se constituyó en curato, administrando las poblaciones de Tanhuato y Yurécuaro.

En 1810, el insurgente José Antonio Macías en Ziquitaro a Miguel Hidalgo recursos en hombres y en dinero, siendo esta una de las poblaciones más perjudicadas durante la guerra de Independencia, ya que muchos habitantes se unieron a la causa insurgente.

Al finalizar la lucha insurgente se elevó a la categoría de cabecera de partido, administrando las poblaciones de Tanhuato, Yurécuaro, Ecuandureo y Zináparo. El 10 de diciembre de 1831, la Piedad obtuvo el rango de municipio.

El 27 de abril de 1861 se elevó a la categoría de Villa, siendo su nombre “Villa de Rivas” en honor al sacerdote Mariano Rivas.

Fue hasta el 16 de noviembre de 1871 que se le otorga el título de ciudad con el nombre oficial de La Piedad de Cabadas, en memoria del cura José maría Cabadas (Cavadas) Dávalos. Aunque por error al redactar el Decreto, el municipio solo es La Piedad.